Marilyn Patiño, desoperándose las tetas

martes, 1 de mayo de 2007

Al igual que Catalina, el personaje central de Sin tetas no hay paraíso, Marilyn creció observando cómo a las niñas de su barrio que tenían las tetas grandes les iba mejor que a quienes las tenían pequeñas. Desde luego era una percepción muy subjetiva de ver la realidad que ella misma inducía inconscientemente con sus ganas de ser alguien en la vida.

Gustavo Bolívar, autor de Sin tetas no hay paraíso, acompañó a la actriz durante las dos cirugías a las que tuvo que someterse para, finalmente, tener de nuevo unas tetas naturales.

"La concentración de silicona en el centro del pecho empezó a avergonzarme porque siempre quise que mis tetas parecieran naturales", dijo Marilyn.

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